EL DOMINGO DE DOCE A SEIS, EL TIEMPO DE MATARLAS
.- Un padre asesina a sus dos hijas pequeñas en Alboloduy, Almería, durante sus horas de visita, para hacer daño a su ex mujer. Después se suicidó.
.-La mujer tenía orden de protección de su ex marido, acusado de malos tratos, pero acordó que se llevara a las niñas los sábados y domingos de 12 a de la mañana a seis de la tarde, en lugar de ir a los puntos de encuentro establecidos para mayor proetcción.
.-La localidad almeriense de Abla, donde residían las niñas, ha decretado tres días de luto oficial.
Conmoción en Almería por el asesinato de dos niñas de 2 y 4 años, presuntamente envenenadas por su padre, el pasado domingo. Fue durante sus horas de visita, en un cortijo de una pedanía del municipio de Gérgal (Almería). La madre denunció a la Guardia Civil que a la hora convenida las niñas no le habían sido devuelta y poco después los agentes descubrían sus cuerpos sin vida junto con el del padre. Aún no se conoce el informe de la autopsia que se les está practicando.
La madre de las niñas estaba en el sistema de protección Vio-Gen y había denunciado a su ex pareja por malos tratos y amenazas. Tenían un juicio previsto para dentro de un mes. El hombre disponía de una orden de alejamiento de 500 metros que no afectaba a sus hijas, con las que mantenía un régimen de visitas los fines de semana.
EL SISTEMA HA VUELTO A FALLAR
Durante un tiempo la pareja se intercambia a las menores en un punto de encuentro oficial pero desde hacía meses ya no lo utilizaban, al parecer por petición de la madre. Este tipo de decisiones que, en este caso, ha tenido consecuencias tan terribles para las niñas, ha puesto en alerta a los servicios de protección contra la violencia de género pues el sistena debe urgentemente corregir y evitar este tipo de fallos.
En los últimos tiempos se han hecho reformas legales para impedir que en caso de malos tratos no se aplique un régimen de visitas que pudiera poner en peligro a los hijos e hijas, pues la Justicia debe ordenar las medidas necesarias para garantizar esa seguridad con el apoyo de la Policía. Sin embargo esa teoría como se ha demostrado en este caso, no se cumple en la práctica.
Se desconocen las razones por las que la madre de las niñas aceptó que no fuera en el punto de encuentro donde el padre viera a las niñas. Especialistas en violencia de género consultadas aseguran que en cada caso interviene muchos factores pero el miedo y el bloqueo mental provocado por los malos tratos suelen estar siempre presentes y en ocasiones -como puede haber sucedido en este caso- las víctimas no son plenamente conscientes del riesgo en el que tanto ellas como sus hijos e hijas pueden correr.
Desde 2013, los menores de edad asesinados por violencia vicaria o violencia de género son 54, cuatro de estos asesinatos se han producido este año.
M.S.