¡AY… MACARENA!
Por Mariquilla Laprimera
No te vi en la cola ni en la basílica, amiga. !Qué de gente! Cuatro horas para entrar pero valió la pena a pesar del calor y lo tarde que terminó todo. Un cabildo así no se había visto nunca. Después de ocho horas yo salí contenta, como la inmensa mayoría. Aprobamos restaurar la restauración y volver a poder rezarle a la Macarena de siempre.
–¿Pero cómo esperabas verme? ¿Ya se te ha olvidado que soy trianera de toda la vida? Anda cuenta, cuenta, que estoy ansiosa por saber de primera mano qué pasó allí, aunque la tele, la radio, las redes y los periódicos no dejan de hablar de lo mismo: que si las pestañas, que si los párpados, que si las lágrimas… ¿Pero qué le han hecho a la Virgen? ¿Seguro que tiene arreglo?
Claro que tiene arreglo, no te quepa duda. Eso fue lo único cierto que los macarenos y macarenas sacamos como conclusión en ese cabildo extraordinario donde no cabía un alfiler. La Junta de Gobierno había convocado a todos los hermanos y hermanas con más de 18 años de edad y al menos uno de antigüedad, unos 14.000 de los 17.000 que tienen afiliación. Al final asistimos más de 2000. La basílica, San Gil, la Casa de Hermandad, el coro… no había sitio para tanta gente.
Pero quienes logramos entrar pudimos escuchar sin más intermediarios el dictamen de Manzano, el restaurador que se va a hacer cargo de la imagen a partir de ahora para devolverle su fisonomía original. Y además, el cabildo nos sirvió para comprobar la retahila de mentiras que la Junta de Gobierno nos había ido colando desde que hace dos meses se cometió el desaguisado que deformó la cara de la Virgen.
-Por lo que he oído tuvieron que pedir perdón.
Sí, mucho perdón, muchas disculpas pero muy pocos asumen ahora la responsabilidad por el «daño moral y devocional» que han hecho. Debe ser costumbre nacional. Solo han dimitido 3 de los 13 miembros de la Junta de Gobierno: el Teniente Hermando Mayor, Eduardo Dávila Miura , el Mayordomo, Enrique Espinosa de los Monteros Bravo, y el Prioste, Miguel Ángel Fernández Almagro. Los demás, tan panchos, esperan ser reelegidos otra vez «cuando toque», que será en noviembre. El hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, no había abierto la boca desde lo del disparate de Arquillo, llevaba 38 días de Belinda mientra la gente devota lloraba al ver a su Virgen irreconocible. Hubo un momento, después de que pidiera perdón, que la gente estuvo a punto de correrlo a gorrazos a él y a toda la Junta, pero enseguida tomó la palabra el responsable del Patrimonio Histórico y se agradeció, porque este hombre, un tal Gómez Villa, nos contó con pelos y señales el estado de la Virgen. Y está muy malita.
-O sea, que Francisco Arquillo, el famoso catedrático y maestro de restauradores, el «médico» de la imagen religiosa más universal de Sevilla, que tiene más de tres siglos, en lugar de curar a su paciente por poco la desgracia para siempre.
Casi se la carga. Arquillo se ha extralimitado. Lo reconocieron en el informe de Patrimonio: «Se tocaron las cejas y los párpados inferiores de la sagrada imagen, que alteraron su morfología». Casi ná. Ahora no solo hay que arreglar todo eso, que tendrá que hacerlo al experto Pedro Manzano bajo la tutela del IPH (Instituto del Patrimonio Histórico), sino que además hay que sanar la talla porque después de un examen a fondo presenta humedad en la espalda, huecos que podrían deberse a la presencia de xilófagos, grietas en la cara (en la mejilla izquierda) y en la frente, ennegrecimiento de los párpados y «cierre de los ojos». Dice Manzano que en tres meses estará lista, aunque en la hermandad nos conformamos con poder tenerla para la cuaresma del año que viene.
-Lo suyo sería para el besamanos del 18 de diciembre. Qué pena que se haya producido este atropello con la imagen de una Virgen que despierta un cariño y una devoción mundial. Me han contado que hay una Hermandad de la Macarena hasta en Bucalán (Filipinas)...
Así es. La Macarena no conoce fronteras, pero nadie esperaba que se viera convertida en foco mediático porque los responsables de proteger un patrimonio tan especial no hayan sabido hacerlo. Como el asunto ha trascendido el arco y es de domino público, te cuento lo que me comentaba hace unas horas Antonio del Moral, un joven restaurador que no es de Sevilla pero sí macareno, y que trabaja en los meses de verano como cajero en un supermercado de Calahonda (Mijas):
Antonio del Moral: –«Conozco la mirada de la Virgen Macarena desde siempre y sé lo que me transmite. Pero cuando volvió del taller de Arquillo noté esa mirada más cerrada, más baja. No solamente eran las pestañas, esas pestañas fallidas que, posteriormente -a las 24 horas-, se las quitaron, sino que la mirada había sido intervenida. Sus lágrimas no tenían brillo porque se las habían barnizado y pegado con adhesivo… No sé cómo Arquillo, un maestro, ha permitido o se le ha ocurrido tocar a la Macarena de esa forma, aunque es verdad que ya en restauraciones anteriores había metido la pata sin que fuera tan sonado como ahora, pero esta vez se ha pasado 30 pueblos.»
Como dice este joven experto que recoge el sentir de la inmensa mayoría de hermanos y hermanas de la Macarena, la Junta de Gobierno tenía que haber convocado al cabildo antes de intervenir a la Virgen porque, «no eran arreglillos de rutina. Nos han engañado», explica. Ahora le toca a Manzano devolver la Macarena a su público con el rostro que tanto se admira.
– Recuérdame que te pida su teléfono, no sea que a los míos se les ocurra también acometer «retoques de rutina» a la Esperanza y desgracien a la reina de Triana.
Dios no lo permita.
Mariquilla Laprimera escribe bajo seudónimo su sección «¡Y yo con estos pelos!»
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