TROPEZANDO EN LA MISMA PIEDRA
Por Mariquilla Laprimera
«Primero fueron los errores de la Ley del Sólo sí es sí que tardaron en corregirse un año y todavía colean sus consecuencias. Después los de la Ley Trans, que se avisaron desde el feminismo y que están causando situaciones como poco, delirantes, además de nefastas al facilitar a los maltratadores el atajo de convertirse en trans y eludir así las leyes de Violencia de Género. Y sigue también pendiente de resolver el error de la Ley de la Paridad que permite, hoy por hoy, despedir a quienes se acojan a un permiso de conciliación. A eso le llamo yo tropezar una y otra vez en la misma piedra.»
«Llevamos un veranito que ni te cuento. Por un lado las agresiones y asesinatos machistas que son un goteo extenuenate y que se han duplicado desde que estamos en verano. Fíjate, cuando comenzó la estación el 20 de junio pasado, las mujeres asesinadas por violencia de género eran 15 y hoy, 29 de agosto, las víctimas son ya más del doble: 32, la última una mujer de Sevilla ayer por la mañana.»
-No sé si me horroriza más el número de víctimas, la pasividad de la sociedad o la resignación de las mujeres, feministas incluidas, ante este terrorismo machista que nos machaca.
«Yo tampoco lo sé, pero deja que te siga contándo porque, además del sinvivir permanente por la violencia machista en estos meses de calor sofocante, hemos tenido que soportar también verdaderos riesgos laborales y sociales, que afectan especialmente a mujeres, precisamente causados por errores en leyes en las que el feminismo había puesto su confianza desde hacía mucho tiempo.»
-¿Lo dices por la del Sólo sí es sí, porque siguen las rebajas de penas a maltratadores y agresores sexuales?
«Por esa, por la de la Paridad y también por la Trans. Felizmente, la del Sólo sí es sí se pudo arreglar hace un año aunque sus efectos de rebajas de condenas a los agresores sexuales siguen todavía. La última fue el 14 de julio pasado cuando el Supremo redujo de 15 a 14 años la condena de prisión a uno de los integrantes de la «manada de Pamplona». Acuérdate de aquella violación múltiple, el 7 de julio de 2016 en las fiestas de San Fermín, que provocó un escándalo nacional y llevó al Ministerio de Igualdad a modificar las leyes y establecer el «consentimiento» como base a la hora de juzgar cualquier agresión sexual. Esa Ley, como se ha dicho por activa y por pasiva, no se redactó bien en su día y sus efectos negativos han permitido hasta ahora a unos 1500 delincuentes sexuales beneficiarse de la disminución de sus penas de cárcel y en torno a 130 salir en libertad con la consiguiente alarma de las víctimas, como te puedes imaginar. Y tiéntate la ropa si hablamos de lo que está pasando desde el jueves pasado con la Ley de la Paridad. Por lo visto se han equivocado en un artículo -se supone que sin intención- y la Ley entró en vigor la semana pasada sin que se le corrigiese «un error técnico indeseable» que la propia ministra había denunciado antes.»
-¿Cómo que un error técnico?
«Sí. La Ley pretendía mejorar el artículo 55 del Estatuto de los Trabajadores, que dice que no se puede despedir a quienes hayan solicitado un permiso laboral de cinco días para conciliar o cuidar de un familiar, incluyendo en este supuesto a las víctimas de violencia sexual. Pero en la redacción del artículo se les ha olvidado mencionar a las personas que se habían ya acogido a este derecho al permiso, por lo que desde el jueves 22 de agosto se puede despedir a los empleados y empleadas que hayan adaptado su jornada o pedido el permiso de 5 días, ya que no figuran en la redacción de la Ley y por tanto, no están protegidas».
– ¿Y ahora qué?
«Dice la ministra que va a intentar que lo arreglen lo antes posible, en cuanto llegue septiembre y vuelva a funcionar el Congreso y «el calendario legislativo lo permita». Y, mientras tanto, para evitar que los «desalmados» se aprovechen de la situación y se dediquen a echar a la gente, asegura que va a redoblar el control de la Inspección de Trabajo para que no se produzcan despidos.»
El objetivo de la Ley de Paridad es garantizar la presencia equilibrada de mujeres y hombres en el sector público y privado. Las grandes empresas y la Administración General del Estado deberán incluir un mínimo del 40% de mujeres en sus órganos de dirección y permitirá que la presencia femenina supere el 60% de representación y llegue hasta un 100%. Se tiene que aplicar también a las empresas del Ibex antes del 30 de junio de 2025, y el resto de las cotizadas tendrán que hacerlo en 2026. A los sindicatos y a las asociaciones empresariales se les da de margen hasta 2028. La representación de los colegios profesionales también deberá ser paritaria (40% – 60%) al 30 de junio de 2026. Igualmente los consejos de administración y la alta dirección de las entidades de interés público, y incluyéndose además factores correctores para evitar penalizar a mujeres que sufran parones en su actividad investigadora por embarazo o cuidado de hijos.
«Pero lo más delirante es lo que está sucediendo con la Ley Trans, que al facilitar el cambio de sexo registral y reducirlo a la simple voluntad del solicitante está permitiendo que unos cuantos maltratadores ‘espabilados’ se conviertan en mujeres y no se les puedan aplicar la leyes de Violencia de Género. Ya de esto hablamos aquí en Mujeres del Sur hace meses pero es que la lista se agranda: la semana pasada en el País Vasco se detuvo a uno que atacó con un cuchillo a su pareja y a sus dos hijas, con la sorpresa de que era ertzaina y encima no se le pudo acusar de violencia de género porque desde noviembre de 2023 se había convertido en mujer al cambiarse de sexo.»
– No podrá decir la ministra que no se avisó desde el feminismo que esto ocurriría...
«Se avisó a la anterior ministra y ahora la nueva es la que tiene que apechugar con lo que hay. La cosa tiene difícil arreglo. El abogado sevillano, José Antonio Sires, que lleva el caso de una mujer víctima de un maltratador que antes se llamaba Cándido del Cerro y ahora ‘Candi’, cree que lo más rápido y probable es que sea el Supremo el que vaya dictando jurisprudencia porque embarcarse en el cambio de la Ley Trans va a ser mucho más dificultoso y lento.»
-¿La tal Candi es la trans que ha conseguido que un juzgado de Violencia de Género de Sevilla se inhiba en otro de Instrucción porque el maltratador ya no es ‘maltratador’ sino ‘maltratadora’?
«La misma. Si tendrá poca vergüenza que, en una entrevista al ABC de Sevilla, reconoce que sobre ‘ella’ pesan cargos por agredir a dos mujeres, que lo declararon culpable, que estuvo en la cárcel por la primera condena y que ha solicitado ser indultado por la segunda porque es inocente. El abogado Sires, que según me cuentan, ha estado hablando también con una compañera de Mujeres del Sur, dice que esas declaraciones ponen a Candi todavía más en la picota y que espera que la Fiscalía, que no lo ha hecho hasta ahora, tome cartas en el asunto y apoye el recurso que él va a presentar en un Juzgdo Civil en contra del maltratador trans para poder demostrar que esos cambios de sexo son fraudes de Ley.»
-¿Y cómo se demuestra eso?
«Pues muy fácil: cuando se pueda comprobar que estos tipos, una vez cambiados de sexo, se comportan como hombres y no como mujeres, porque obviamente, quienes maltratan a las mujeres y las agreden sexualmente son los hombres. Así lo explica el abogado José Antonio Sires – me dicen que Mujeres del Sur publicará próximamente la entevista completa con él- basándose en una sentencia que se le puede aplicar y que dictó el Supremo en 2015, porque como la Ley es de 2023, aún es pronto para que haya jurisprudencia sobre la misma.»
-Ya me contaste en septiembre pasado otro caso similar, ocurido también en Sevilla, sobre un tal Antonio Mila.
«Sí, Milan, como se llama este tipo que antes era Antonio Mila, ha solicitado el indulto, igual que Candi y, de momento, los dos se están librando de la cárcel mientras sus víctimas viven aterrorizadas. El número de listos que recuren a la Ley Trans para eludir la Leyes de Violencia de Género está ya en torno a la decena y eso sin contar otros líos que también se generan al aplicar esta Ley, como el del SAMUR, la empresa de Protección Civil de Madrid. Aquí ha sido a cuenta de los vestuarios del personal femenino al que también tienen acceso dos operarias trans. Ya veremos en qué queda todo esto porque las trabajadoras insisten en que ellas tienen derecho a la intimidad y se niegan a ducharse «ante personas con cuerpos anatómicamente masculinos».
–Vaya cómo se están luciendo nuestros diputados y diputadas con las leyes que aprueban para favorecer a las mujeres. Los machistas deben de estar frotándose las manos. Se cuenta y no se cree.
Mariquilla Laprimera escribe bajo seudónimo su sección «¡Y yo con estos pelos!»