DÍA INTERNACIONAL CONTRA EL ACOSO ESCOLAR:
COMBATIR EL BULLING EXIGE UNA MAYOR IMPLICACIÓN SOCIOEDUCATIVA
Este martes se celebra el Día Mundial contra el acoso escolar, también conocido como bullying. Una fecha que es necesario reivindicar cada vez más debido al aumento de los casos que se producen. Según la UNESCO, uno de cada tres escolares del mundo es víctima de acoso escolar y en España siete de cada diez. Las consecuencias para la salud mental de quienes lo padecen son alarmantes: depresión y ansiedad que, en el peor de los casos conducen al suicidio. son alarmantes. Este ha sido el caso de Claudia González, una joven de 21 años que fue víctima de acoso durante su etapa escolar sin poder superar sus efectos y que se quitó la vida el pasado jueves 28 de abril.
Por Noelia Díaz
Eran las 8 de la tarde del viernes 28 de abril cuando Claudia subía una nota manuscrita en su cuenta de Instagram que alertaría de su posible suicidio a las personas que la seguían habitualmente. Entre ellas, sus amistades más cercanas que, ante la falta de respuesta de la joven cuando intentaron contactar con ella se alarmaron y lanzaron enseguida mensajes con su imagen y la denuncia de que «Lleva horas desaparecida. Avisad a la Policía si la veis». Asimismo, sus familiares también acudieron a la Policía que calificó de «desaparición inquietante» lo que sucedía en torno a Claudia, con el objetivo de evitar el fatal desenlace. Desgraciadamente, esta sería la última vez que se volvería a saber de ella.
Durante la noche del viernes los agentes la buscaron sin éxito por zonas conocidas como la playa de San Lorenzo. Pero no sería hasta la mañana del sábado cuando se cumplieron los peores temores. Los bomberos de Gijón encontraban su cuerpo sin vida a los pies del Cerro de Santa Catalina. Así lo confirmó enseguida el Ayuntamiento de Gijón.
LA ÚLTIMA SEÑAL DE SOCORRO
Sin duda, lo determinante para comenzar la búsqueda de Claudia fue el alarmante contenido de su última publicación. En ella, la joven sube una foto de una nota que dejaba escrita en su casa en la que acusaba de bullying a sus antiguos compañeros del colegio La Asunción de Gijón. «Queridos acosadores: Sabéis quienes sois. Soy yo, Claudia Ratatui« comenzaba, alegando el apodo que usaban para burlarse de ella y del que no consiguió separarse. Concretamente, señalaba a ciertos «hijos de famosos» como los culpables de su desgracia. «Espero que todos y cada uno de vosotros sepáis el daño que vuestras acciones han hecho. Habéis cogido a una niña de alta autoestima y de altas capacidades y la habéis machacado hasta el punto de no salir de la cama en años y de llevarla al suicidio», se sinceraba Claudia. «Dais asco» añadía.
El texto culmina con un alegato a favor de las víctimas y un último mensaje contundente hacia sus presuntos abusadores: «Que sepáis que habéis herido a muchas personas y ahora espero que carguéis con una muerte en vuestra conciencia. Por favor, parad el acoso, dejad a las personas ser quienes son. #STOPBULLYING. Hasta siempre».
Tras conocer el final, los mensajes de ayuda se convirtieron en notas de condolencias, pero sobre todo de rabia hacia aquellos agresores que provocaron que la joven de 21 años cometiese tal atrocidad.
Aún se desconoce la identidad de estos posibles acosadores pero el presidente del Gobierno de Asturias, Adrián Barbón, ha anunciado una investigación para detallar todo lo ocurrido porque, según sus declaraciones, «no puede ser que un caso de acoso escolar desemboque en que una persona pierda la vida, se suicide. Hay que denunciarlo porque, por desgracia, sino se corta esa actitud puede acabar en una tragedia como la que hemos vivido».
En el Día mundial contra el Acoso Escolar cobran cada vez más importancia las denuncias de esta práctica tan común en las escuelas como nociva. De hecho, según un informe de Save the Children, el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte entre los jóvenes españoles y parte de la culpa la tiene el bullying. Como el caso de Claudia está tan generalizado en el mundo, los expertos, en este día, piden tomar una mayor conciencia de los efectos del bullying y prevenirlo a tiempo, tarea en la que se tiene que implicar toda la sociedad, además del profesorado y del alumnado.