CONSTITUIDA UNA PLATAFORMA INTERNACIONAL DE APOYO A LA MUJER SAHARAUI
- DESDE ANDALUCÍA HASTA EL SÁHARA: ABOGADAS, PERIODISTAS, FOTÓGRAFAS Y ACTIVISTAS PROTAGONIZAN ESTA TRAVESÍA FEMINISTA Y SOLIDARIA.
- ENCUENTROS Y VISITAS CULTURALES Y FORMATIVAS VERTEBRAN EL VIAJE EN APOYO A LA RESISTENCIA DE LAS MUJERES SAHARAUIS.
- LA LUCHA POR LA PAZ Y LA AUTODETERMINACIÓN DE ESTE PUEBLO DOTA DE SENTIDO LA MARCHA FEMINISTA QUE TERMINÓ CON UNA MANIFESTACIÓN EN BOJADOR.
Por Miguel Walls
Pilar, Rocío, Edi, Mar, Inma, Paula y María son abogadas, periodistas, fotógrafas y activistas. Pero también son las siete mujeres que han viajado durante siete días por el Sáhara con un proyecto feminista en común. Supone un trayecto solidario en el que la paz y la autodeterminación de este pueblo africano funcionan como bandera reivindicativa de los derechos de sus ciudadanas. Un encuentro femenino y feminista que invita a conocerse, transmitir inquietudes y visibilizar a la mujer saharaui más allá de sus propias fronteras.
La situación de guerra en el Sáhara Occidental, los conflictos abiertos entre Marruecos y España por la pertenencia de este territorio y la vulneración de derechos humanos hacen que las mujeres saharauis se enfrenten al olvido. La lucha por la paz y la autodeterminación de este pueblo dota de sentido la marcha de estas mujeres. Un camino que, según apuntan sus integrantes, «ha sido duro, pero muy satisfactorio».
El viaje
El 29 de octubre, las siete mujeres andaluzas parten desde Sevilla hasta Málaga en un autobús. Es en la ciudad de María Zambrano desde donde sale el avión, un vuelo chárter que no se comercializa por los canales de venta habituales. De allí llegan a la ciudad de Tinduf (Argelia), donde las espera una representación de la República Árabe Saharaui Democrática y de la ONU que las conduce a los primeros asentamientos saharauis.
La República Árabe Saharaui Democrática presenta una división parcelaria a las que hay que llegar en vehículos. La composición del territorio consiste en las zonas ocupadas, campamentos en el exilio saharaui (como los de Tinduf en Argelia) y la diáspora. Estos asentamientos o pueblos reciben el nombre de ‘wilayas’. Tres de estas ‘wilayas’ (Bojador, Dajla y Smara) fueron las visitadas por este grupo de mujeres a lo largo de la travesía. Las casas o ‘jaima’ rebosan de buen ambiente pese a la falta de infraestructuas, algo que comenta una de las componentes de este grupo: «Dentro de las casas se vive un ambiente muy humano y acogedor a pesar de las carencias de infraestructuras», declara Rocío Mateo.
Rocío Mateo Medina es abogada feminista especializada en derechos humanos, gén y migraciones. Cuenta el primer día de la marcha como una jornada de recibimiento institucional. «Las compañeras saharauis que trabajan en el Ministerio de Asuntos Sociales y Promoción de la Mujer eran las anfitrionas y acompañantes del viaje en todo momento. El pueblo saharaui es muy acogedor y muy generoso», explica Rocío.
Plataforma internacional
A lo largo de estos siete días, hasta el 5 de noviembre, las mujeres no han dejado de vivir encuentros y visitas a lugares como la sede principal de la Unión Nacional de Mujeres, el Observatorio Saharaui de Promoción de la Mujer y escuela de arte dirigida por mujeres saharauis jóvenes con una visión muy reivindicativa del papel de la mujer. Entre otras actividades, destaca con especial atención la constitución de una plataforma internacional de alianzas en apoyo a la mujer saharaui. «Tuvo lugar el pasado jueves, 3 de noviembre. Se han adherido a ella tanto asociaciones de mujeres, asociaciones feministas, asociaciones de amistad con el pueblo saharaui y partidos políticos. Tal y como dice la ministra de Asuntos Sociales, es el comienzo de un gran proyecto de apoyo», expresa Rocío.
El documento de adhesión se firmó en la sede del Ministerio para la Promoción de la Mujer con su titular, Suelma Beiruk. Este fue el primer acto de la Marcha en el que las mujeres andaluzas, además de reunirse con la ministra citada, fueron recibidas también junto a compañeras saharauis por la gobernadora de la ciudad de Bojador, Elaeza Babih y la ministra de Salud, Gira Bulahi.
El conflicto del Sáhara
En la actualidad, una parte del territorio del Sáhara Occidental pertenece a Marruecos. Esto sucede tras un acuerdo datado en noviembre de 1975 en el que España, principal colonia hasta el momento, «cede» la posesión a Marruecos y Mauritania. La retirada del acuerdo por parte de este segundo país desembocó en el reconocimiento de facto de la totalidad del Sáhara Occidental bajo la soberanía de Marruecos, lo que provocó la creación de movimientos independentistas como el Frente Polisario en 1973, bajo cuyo control se encuentra la zona este del territorio con el nombre de República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
El refugio argelino
Argelia entra en juego en esta situación al ser un país que apoya abiertamente la paz y el referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental. Desde el inicio de la contienda y el conflicto armado entre Marruecos y el Frente Polisario, la mitad de los saharauis han huido hacia Tinduf, ciudad en territorio argelino donde se ubican multitud de campamentos de refugiadas. Asimismo, el reciente abandono de España al apoyo de la independencia del pueblo saharaui, las innumerables muertes sin esclarecer, la falta de libertad de expresión y las violaciones de activistas por los derechos de la mujer por parte de la seguridad marroquí constituyen un cúmulo de circunstancias que permiten que las atrocidades que soporta el pueblo saharaui queden impunes y no exista depuración de responsabilidades.
Los valores
Si algo les ha enseñado el Sáhara a las precursoras de este viaje son los valores. En palabras de Rocío Mateo Medina, la mayoría coincide en que la marcha ha formado parte de un trayecto «diferente» a la par que «duro». «Nos hemos acercado a la realidad, me quedo con eso. Creo que este viaje va a cambiar cosas en mí. Vengo con la determinación de un compromiso para dar a conocer la realidad del pueblo saharaui y llevar sus voces a una autodeterminación. Me gustaría volver a ir», destaca.
Y lo volverán a hacer. La idea de este grupo de mujeres es organizar una marcha al Sáhara cada año. La próxima ya tiene fecha: entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre de 2023. Un encuentro que pondrá el foco en las necesidades de la mujer saharaui y su visibilidad en aquellas partes del mundo donde su voz continúa silenciada entre tanto ruido causado por el conflicto.