LUCY IN THE SKY Y EL MAYOR TOM
Por Concha Cobreros
Cuando entré en la Universidad, en Madrid, empecé a hacer meditación y otra serie de prácticas de relajación y concentración.
Entonces le llamamos «expresión corporal» e incluía técnicas como la toma de conciencia y control de la respiración, la toma de conciencia y relajación de las diferentes y más extravagantes partes del cuerpo (“vamos a relajar la oreja derecha»), la toma de conciencia de los olores, del tacto, la desconexión de cuerpo y mente, la mano que se desplaza autónoma, el flujo de la energía, la mente en blanco… la confianza en el grupo…
Todo lo que aprendí en aquellos años ha sido muy importante en mi vida, en mi trabajo, en mi deporte. Y recientemente en mi enfermedad.
Curiosamente empecé a hacerlo como parte del método Stanislawski de teatro (1), porque yo formaba parte de un humildísimo grupo de teatro universitario. Recibía clases complementarias, en un estudio de la madrileña calle de La Libertad, de un joven que entonces mo sabíamos que se convertiría en una leyenda del teatro: ANTONIO LLOPIS. En mi alma para siempre.
Yo disfrutaba aquello por lo que me aportaba en el momento, sin entrar en más profundidades.
Cuando volví a Sevilla hice un año más de aquella “expresión corporal” con un grupo de amigos con el que sigo en contacto y cuyo pegamento emocional fueron aquellas sesiones.
Gracias a lo que aprendí entonces he podido sacar algo positivo de mi reciente hernia discal: tres meses de reposo absoluto más uno relativo que han supuesto para mí un tormento y una especie de ejercicios espirituales.
En esos meses de reposo absoluto hice muchas veces meditación con el dolor. Ya lo hacía de pequeña intuitivamente. Se trata de observar el dolor, de mirarlo de frente, de medirlo, de objetivarlo, de aislarlo.
«Lo peor del dolor es el miedo al dolor, que lo multiplica por mucho».
También el placer se multiplica si lo paladeas. Lo mejor de un helado de pistacho lo extraes cuando cierras los ojos y te concentras en él. Por eso, en los mejores besos, cerramos los ojos.
Y en este mundo de mirar mirando, oler oliendo y sentir sintiendo, me muevo y profundizo. Por ejemplo, hace unos días, larga caminata por la senda litoral de Estepona. Ponientazo de fuerza 8.
Y yo tomando conciencia de todo a tope.
Las palmeras bailaban desmelenadas en el vendaval.
Las olas, caballos de espuma blanca, venían galopando escandalosas desde el Estrecho para morir exhaustas y felices en la playa.
El viento salvaje soplaba entre los árboles convirtiendo sus copas en gigantescos y bulliciosos sonajeros.
El sol jugaba a luces y sombras en el suelo.
Las gaviotas, blanquísimas, mostraban su maestría en el furioso ventarrón dejándose llevar sin inmutarse, sin apenas mover sus alas extendidas, planeando serenamente como el mejor ultraligero.
Y yo, mitad Lucy in the sky mitad Mayor Tom en su cuenta regresiva, gozaba ojiplática del fabuloso espectáculo. Fue un momento glorioso.
Concha Cobreros es empresaria, publicista y periodista.
(1) El sistema de Stanislavski es un método de formación de actores que el actor de teatro ruso, Komstantin Stanislavski desarrolló en la primera mitad del siglo XX
.-«Lucy in the Sky with Diamonds» es una canción escrita por John Lennon y grabada por The Beatles en sualbum de 1967, «Sgt. Pepper`s lonely Hearts Club Band», cuya letra se inspiró en la obra literaria «Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas.»
.-«El Mayor Tom» (originalmente en inglés, Major Tom) es un personaje ficticio creado por el músico británico de glam rock David Bowie en su canción de 1969 «Space Oddity», perteneciente al álbum homónimo que narra cómo este astronauta inicia su viaje al espacio desde la cuenta regresiva hasta que alcanza el cosmos. En este lugar, el mayor Tom deja el mundo material para iniciar su propio viaje a las estrellas, no sin antes despedirse de sus seres queridos. En algún momento de este viaje, el mayor Tom pierde el contacto con la Tierra, quedando atrapado en su «bote de hojalata», como él llama a su nave espacial.