LAS MUJERES IRRUMPEN CON PODERÍO EN EL 7º ARTE
.-En el reciente Festival de Málaga se ha comprobado este cambio de tendencia y abandono de los roles secundarios.
.-De las películas presentadas, el 35% ha sido dirigida por mujeres y de las seleccionadas, la mitad.
.-Cinco Lobitos, de Alauda Ruiz de Azúa, ha arrasado con 5 biznagas.
El cine y la televisión han venido respaldando hasta ahora todos los estereotipos imaginables sobre la mujer. Muchas veces a través de papeles secundarios donde representan roles tradicionales anclados en el pasado. Pero eso está cambiando. Hoy el poderío de la mujer en el mundo del cine es indiscutible. Cada vez hay más directoras, productoras y guionistas, que se atreven a subir a la gran pantalla historias propias, con una mirada distinta que refleja la actual situación de la mujer en la sociedad y coloca a las actrices en poderosos papeles protagonistas …
Para muestra, un botón. En la última edición del Festival de Cine en español de Málaga, el certamen ha celebrado su veinticinco cumpleaños con datos que respaldan esa tendencia imparable del cambio y la llegada a las salas de un cine distinto, más personal, que se atreve sin tapujos a mostrar la realidad tal y como es.
Las propuestas femeninas en la reciente edición del certamen malagueño han sido muy diferentes y han demostrado que el cine se hace eco del avance social de las mujeres.
«CINCO LOBITOS», LA GRAN TRIUNFADORA
La ópera prima de la joven realizadora vasca, Alauda Ruiz de Azúa, llegó a Málaga con excelentes críticas del Festival de Berlín y fue desde su estreno favorita en la quiniela de los premios. Su reflexión sobre la maternidad y la muerte, realista y tierna a la vez, arrasó en el palmarés con cinco biznagas: Mejor película, Mejor guión, Premio del público y también a sus dos protagonistas, las actrices Laia Costa y Susi Sánchez.
«Cinco lobitos» es el ejemplo del cambio de los personajes femeninos en el cine», asegura Susi Sánchez, la actriz más longeva en ganar un Goya con más de 50 años, que explica esta tendencia por » la visión más amplia y profunda de la mujer que tiene la nueva generación de guionistas y directoras».
Laia Costa, principal protagonista del largometraje respalda ese cambio. «Ahora se muestran historias y mujeres más reales, en papeles más honestos, aunque sigue existiendo cierta preferencia hacia los personajes femeninos más jóvenes».
«Cinco Lobitos» cuenta la historia de una joven madre primeriza que vuelve a la casa materna y se ve superada por la situación de encontrarse en el papel de madre e hija, a la vez.
JULIETA SERRANO, UNA VIDA DE CINE
A sus 89 años, la actriz Julieta Serrano conserva la belleza, la energía y el talento de sus mejores tiempos. Hoy, al volver la vista atrás para repasar su vida y su carrera, confiesa que llegó al teatro «por insatisfacción, por represión, por una falta de realización, el teatro era mi Isla, mi país de Nunca Jamás”.
En el documental «El viaje de Julieta», cuenta que desde aquella época hasta ahora, la situación de las mujeres ha cambiado mucho. «Ha habido una evoluciónn tremenda, asegura, y no hablemos de lo sexual o lo sentimental…. Pero, aunque en ese tiempo no te permitían hacer nada, en el teatro en cambio las mujeres éramos más libres. Y aunque la verdad es que nos consideraban un poco putas, teníamos más libertad porque estábamos en situación de igualdad con los hombres. Ellos podían ser protagonistas, pero nosotras también. En general, hacíamos equipo».
No pasaba lo mismo en el cine. «Los hombres podían ser feos y divertidos, pero las mujeres siempre tenían que ser guapísimas y con muchas tetas, y yo no era así. Tenía un nivel y una manera de actuar que a lo mejor no encontraba tantas oportunidades, como dice Pedro Almodóvar. Él cree que no se me ha aprovechado suficiente en el cine. Y yo también lo pienso. Tenía el teatro, claro, pero es que el cine tenía esa magia con la que todos soñamos…» El documental «El viaje de Julieta» nos da una visión de la vida de la persona y de la artista y su compromiso como actriz que para ella es sinónimo de rigor, versatilidad y oficio, pero sobre todo de una pasión arrolladora por una profesión a la que le ha dedicado toda su vida
«DELIA», LA VOZ DE LAS INVISIBLES
Hace cinco años el Festival de Cine en español de Málaga abrió sus puertas a ese cine, vibrante y poético, que se hace en la otra orilla del atlántico. Desde allí ha llegado este año «Delia», un trabajo con acento feminista y compromiso político con Latinoamérica. El documental es un retrato íntimo de Delia González, una mujer que dejó todo para dedicarse a su familia cuando la dictadura uruguaya encarceló a su marido durante once años.
En esa época de represión y censura durante la que el gobierno uruguayo invisibilizó a las mujeres, la única forma que Delia encontró para manifestarse fue la poesía . Sus versos fueron un refugio para volcar sus emociones, aunque nunca tuvo la oportunidad de hablar de ellos.
–«Cuando hicimos la película, dice la realizadora Victoria Pena, se convirtió en un proyecto muy importante para nosotras porque nos encontramos con el feminismo y nos dimos cuenta de la cantidad de mujeres que tenemos cerca y de las que no sabemos lo que han pasado o están pasando».
Aunque en un principio el documental iba a contar la historia que la pareja había vivido a través de las cartas que ambos se escribieron durante los años que él estuvo en prisión, de repente todo cambió por completo. Fue cuando Delia leyó por primera vez sus escritos para reivindicar el derecho a expresarse sin ser juzgada. Reflexiones sobre la soledad, el suicidio y el sacrifico que aliviaban el dolor de la uruguaya. Y una pregunta en voz alta… ¿qué pasa cuando lo que se pospone es la propia vida?
–«Ahí empezó otra película nueva para mi y la historia dio un giro, asegura la directora del documental. Fue entonces cuando decidió retratar la dictadura desde la visión de esta mujer. Porque muchas de las cosas que ella aprendió en ese tiempo de otra forma, a nosotras también nos interpelan hoy».
Este relato feminista ha recibido, además de la Biznaga de Plata a la mejor dirección, una mención especial del jurado.
«CANCIÓN A UNA DAMA EN LA SOMBRA», EL MITO DE PENÉLOPE HA CAMBIADO
En «Canción a una dama en la sombra», la directora Carolina Astudillo recrea el mito de Penélope a través de las 28 cartas que se envían una mujer y su marido (excombatiente republicano), desde que éste se marcha exiliado a Francia hasta que ingresa al campo de exterminio de Mauthausen. En la película, un coro griego va relatando historias de otras mujeres que, como la protagonista, iniciaron una nueva vida cuando comenzó la guerra. Penélopes que no sucumbieron a la trampa del telar y a la espera impasible.
El documental parte de las cartas que Armand le envió a Soledad durante el exilio y hasta que llegó al campo de concentración nazi. «Las cartas me parecieron impresionantes, relata Astudillo. Armand era un hombre de mentalidad libre y generoso en el amor. Le pide a su mujer que trabaje y a su hija que no dependa de nadie, que sea una mujer íntegra y que tome sus propias decisiones.»
De Soledad, sin embargo, no había ninguna carta, probablemente porque desaparecieron con Armand en Mauthausen. «Entrevisté a varias mujeres que habían vivido la misma historia que Soledad, cuenta la directora, con hijos, maridos o amantes en la guerra y sus hijas me decían que nunca llegaron a conocer las cartas de sus madres porque ese testimonio se perdía con ellos. Entonces me di cuenta que esas mujeres tenían mucho en común con Soledad: todas vivieron lo mismo, pero solo se conocía la visión de los hombre que marchaban a la guerra, nunca la de ellas.»
Fue entonces cuando Astudillo rescató el mito de Penélope, aunque no tal y como lo conocemos. «Obviamente hay una espera, pero no es una espera pasiva, todo lo contrario. Las mujeres trabajan y sacan adelante a los hijos sobreponiéndose al dolor. Son mujeres que no se quedan en casa bordando y esperando mientras miran por la ventana. Son mujeres que se empoderan aunque la tristeza esté por dentro.»
Soledad fue una mujer hermética, como tantas otras que se quedaron viudas, sobre todo en la época del franquismo. «En aquella época, dice Carolina Astudillo, las mujeres fueron estigmatizadas y acusadas de ser rojas, por eso no hablaban mucho. Tenían miedo, pero no querían transmitírselo a sus hijos por temor a que hablaran y les pasara algo. Albert, hijo de Soledad, me dijo que su madre no habló de política hasta años después de la muerte de Franco.»
Ahora, este documental feminista rescata para la Historia, la memoria y las palabras de muchas mujeres silenciadas por las guerras. «Para mi, afirma la realizadora, era importante no solo contarla historia de Soledad Tartera i Vilanova, sino también visibilizar los relatos de otras mujeres. Historias personales que han sido silenciosas e invisibles que al unirlas se convierten en la voz de un colectivo. «Canción a una dama en la sombra» es un ensayo sobre la ausencia, el coraje, la justicia y el olvido».
Un reportaje de Patricia Martín y José Manuel Medina.