«SEMILLAS DE KIVU»:

LA RESISTENCIA DE LAS MUJERES ANTE LA GUERRA
.-Recibió el Goya al Mejor Cortometraje Documental. Está dirigida por Néstor López y Carlos Valle y trata de la esperanza que encuentran las mujeres en el Hospital de Panzi para sobrevivir a la guerra en el Congo y a brutales violaciones por parte de los guerrilleros.
Por Sara Lagos
15-2-2025
Sería un error olvidarse, en plena resaca de los Goya, de uno de los cortos más impactantes que se encuentran entre los premiados. Se trata de «Semillas de Kivu», un documental rodado en Kivu (RD Congo), una de las zonas más violentas del mundo. Sus directores Néstor López y Carlos Valle narran la historia de un grupo de mujeres que llega hasta el Hospital de Panzi después de haber sido violadas por integrantes de las guerrillas de la zona en un conflicto étnico, político y económico recrudecido en los último meses.
En el hospital se les brinda a las mujeres la oportunidad de un tratamiento de reinserción físico y psicológico que les permita superar el trauma que han vivido y enfrentarse al dilema de aceptar a los bebés que han dado a luz tras sufrir violaciones.

Según ha contado su director, Carlos Valle, el documental surgió cuando el equipo trabajaba en un proyecto audiovisual en diversas zonas de conflicto con personas que habían recibido el Nobel de la Paz por sus intervenciones en esos lugares. Uno de los receptores del Nobel, en 2018, fue el ginecólogo congoleño, Denis Mukwege, junto a la activista yazidí, Nadia Murad, por los esfuerzos de ambos en la lucha contra la violencia sexual como arma de guerra.
-«Hasta entonces -declaró a TVE- nosotros conocíamos lo que pasaba en el Congo, pero no con la suficiente profundidad. A raíz de ahí empezamos a estudiar, a adentrarnos y decidimos hacer un proyecto aparte por su propia magnitud. Ese fue el germen de la «Semillas de Kivu`».

Carlos Valle y Néstor López han dedicado años a este proyecto que se enfrentaba a una realidad tan complicada como es la de un hospital que está en medio del conflicto bélico y que intenta ayudar a las mujeres víctimas de todo tipo de violencia.
-«Las mujeres tienen que llegar por sus propios medios, vendiendo lo poco que tienen pues son extremadamente pobres. No disponen de dinero para conseguir un billete de autobús o pagar a alguien para que las acerque allí o a un radio cercano al hospital. Muchas no logran llegar y las que lo consiguen lo hacen en condiciones deplorables tras haber sufrido violaciones brutales», afirma el director del documental, Carlos Valle.

La República Democrática del Congo (RDC) es nuevamente escenario de violencia a manos del grupo Movimiento 23 de Marzo (respaldado por Ruanda) reimpulsando un conflicto que estuvo inactivo durante años. Desde marzo de 2022, olas sucesivas de violencia, acompañadas por un apabullante aumento de las violaciones de los derecho humanos de la población civil, han causado el desplazamiento de 4,6 millones de personas en las provincias de Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur. Ahora, la insurgencia ha desplazado a cientos de miles de personas de sus hogares y los rebeldes han llegado a la estratégica ciudad de Goma.
“Miles de civiles congoleños tienen que volver a huir para salvar la vida, desesperados por conseguir seguridad y ayuda humanitaria. Amnistía Internacional pide a todas las partes del conflicto que den prioridad a la protección de la población civil en medio de esta violencia devastadora”, ha dicho Tigere Chagutah, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral. El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado el avance del M23 en Kivu Septentrional y pedido al grupo armado que ponga fin a la ofensiva que ha originado una grave crisis humanitaria, y que debe proteger a la población civil. Además, pidió la retirada de las fuerzas externas de la RDC y reafirmó la soberanía de ésta. Todas las partes deben respetar y aplicar las decisiones del Consejo de Seguridad.

En el centro sanitario de Panzi procuran no sólo reconstruir a estas mujeres atacadas y violentadas sus heridas físicas sino también las invisibles. Sus profesionales intentan ayudarlas a enfrentarse a su situación de madres forzadas. Se impone un tratamiento psicológico que las ayude a superar el trauma y a seguir adelante con sus vidas.

-«Nos asombramos, dice Carlos Valle, ante el valor, la entereza y la fuerza mental que acaban teniendo muchas de estas mujeres. Una de nuestras protagonistas tiene siete hijos, varios de ellos frutos de diversas y distintas violaciones y ahí están todos conviviendo en una misma habitación, consiguen llegar a sentirse felices y eso nos da a nosotros y, creo que también al mundo, cierta esperanza de que pese al drama que han vivido haya una pequeña semilla dentro del horror».
Así se expresa en el cartel del documental. «Si estas mujeres logran reinsertarse, si logran salir adelante que muchas lo logran, las protagonistas de nuestra historia lo logran, son una resistencia a la guerra, o mejor dicho, son la única resistencia: pequeñas victorias. La semilla nace y es una nueva esperanza, un nuevo porvenir», asegura el director de «Semillas de Kiwu», al tiempo que lamenta que el mundo mire hacia otro lado y no ponga freno a esta guerra tejida a partir de rivalidades étnicas, intereses territoriales, políticos y económicos orientados al control de las minas de oro y de coltán congoleñas..