«UN PUEBLO RICO AL QUE QUIEREN EXPOLIAR»
Crónica de Toñi Corona desde Rabuni (Tinduf)
Rabuni es la capital administrativa de los campos de refugiados de la provincia de Tinduf, en el suroeste de Argelia. Es el centro de protocolo y acogida de la República Árabe Saharaui Democrática y sede de los ministerios y centros neurálgicos de la zona.
Sábado, 2 de noviembre 2034.
Vamos por el último día. La mañana es mega institucional. Vamos a Rabuni al ministerio de Asuntos Sociales y Promoción de la Mujer. Alucino con la entrada. Nada que ver con nuestra idea de ministerio en la Castellana. Aquí la entrada está llena de camiones, la mayoría de procedencia española, gatos correteando e infernillos de carbón de hacer té. Nos saluda y da la bienvenida la ministra con un beso a todas y nos ponemos en círculo y comenzamos el plenario».
Han preparado un PPT en español y la explicación es en árabe. Comienzan explicando las políticas de salud, con su marco normativo y plan estratégico. Me suena todo a copio y pego. Leyendo el programa me sorprende con que es una copia de nuestros planes: Funciones. Transversalidad de género, igualdad de oportunidades y yo les pregunto: que es para vosotras la interseccionalidad?
En el grupo de trabajo estamos en confianza y me gusta mucho coincidir con Matu pues me gusta su criterio, aunque hoy ha estado más comedida y de hecho ha quitado la palabra «exigimos» en las conclusiones. Prudencia laboral, seguro.«
De manera atropellada nos sacan de la sala de trabajo pues ha venido la eurodiputada y la ministra tiene que abandonarnos para atenderla. Me hubiera gustado seguir debatiendo y profundizando en sus necesidades reales y propuestas de futuro sobre la autonomía económica a través de iniciativas laborales.
Nos organizan una comida dentro del ministerio. Está exquisita. Nada que ver con la idea que tenemos en España de esa institucion. El mobiliario es móvil. La comida la traen hecha y la preparan en la misma sala que hemos estado trabajando por la mañana. Todo el mundo está organizando la intendencia, la misma ministra pone los platos. Me encanta como lo preparan todo, el sentido de la estética, la presentación de las ensaladas, de los postres, de las carnes….
«Realmente está todo muy bueno aunque es un poco incongruente que pongan coca cola y productos de capital israelí, pero bueno, quién no sucumbe a la coca cola en este mundo globalizado.«
«Yo me he emocionado con la intervención del primer ministro, cómo denuncia las infracciones y la falta de cumplimiento de la normativa internacional la mayoría de los países, incluido el nuestro cuándo no respetan las directivas de la Unión Europea».
«De manera sorpresiva, después de almorzar, nos vamos al desierto, no es la mejor hora pues el sol aprieta fuerte pero teníamos tantas ganas que nos da igual. No es el más bonito que he visto pero aún así me conmueven los pequeños brotes verdes que nacen entre las piedras o la arena. Así percibo yo al pueblo saharaui como brotes verdes que sobreviven entre mares de arena. Este rato me recuerda a cuando yo estudiaba y no me dejaban salir por las tardes y la sensación de libertad que sentía cuándo tenía que salir del hogar a comprar una goma o un boli. Aquí está todo super controlado e incluso subiendo la duna venían dos militares custodiando al grupo.«
La última tarde vamos al mercado que esta lleno de productos del Mercadona a unos precios abusivos. Una bolsa de bombones que le hemos comprado a la familia nos ha costado 8 euros, pero bueno, ayer nos dimos cuenta que les encantan los chocolates. Claro, aquí no hay nada para producir. Nos queda la duda sobre como han llegado estos productos a las tiendas…sí es a través de la ayuda humanitaria, las caravanas, y otra cosa.
NUEINA DJIL, DE MADRE COMBATIENTE A DIRECTORA DE LA ESCUELA MILITAR
Fotomontaje realizado por Victoria Soto Casado, granadina, representante de USTEA, que también se encuentra estos días en el Sáhara en apoyo a la III marcha de Mujeres. Victoria aparece con Nueina Djil, quien en la foto de arriba fue inmortalizada por la fotorreportera Christine Spengler cuando en 1976 visitó los primeros y precarios campamentos de refugiados saharauis. Nueina Djil, mirada al frente, vestida con una desgastada melhfa negra que cubre la gruesa trenza enrollada en lo alto de su cabeza, es actualmente la directora de la Escuela Militar de Mujeres del Sáhara. Su imagen portando un fusil en una mano y a su hijo pequeño en la otra durante la Marcha Verde se convirtió en un símbolo del importante rol desempeñado por las mujeres en la lucha del pueblo saharaui.
«Hoy me han aclarado que son mártires todas las personas que mueren en este periodo de expulsión de sus tierras y han luchado por su liberación».
Vemos nuestro ultimo atardecer en Smara con esa linea recta color mostaza y nos vamos a casa, recogemos maletas, cenamos y Sidi, el niño de la casa nos pide que hagamos otra fiestuki. Ha buscado un altavoz y la peor de las músicas españolas, un reguetón que en mi vida he escuchado pero qué es el que sale con más facilidad por las redes. Qué pena que estén aprendiendo español con esas letras tan denigrantes con la música tan bonita que podría escuchar.
Yo consigo meter la maleta chica en la grande. Ambas vienen prácticamente vacías de cosas materiales, pero llenas de la fuerza, la dignidad, la resistencia y la generosidad de un pueblo rico al que quieren expoliar.«
Fotos del grupo de mujeres españolas participantes en la III Marcha Internacional de Mujeres por el Sáhara Libre.