CIENTOS DE FEMINISTAS PIDEN EN ROTA (CÁDIZ) LA ABOLICIÓN DE LA PROSTITUCIÓN Y EL PROXENETISMO
.-En el III congreso «Rota en clave feminista», celebrado recientemente en la ciudad gaditana, las mujeres asistentes ha sido rotundas a la hora de exigir el desbloqueo de las leyes para abolir la prostitución.
.-La tramitación de la «Proposición de Ley Orgánica para modificar a Ley 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal» está suspendida desde el pasado mes de mayo cuando votaron en contra PP y Podemos. Este fue el primer varapalo que sufrió el PSOE en esta legislatura al no contar con mayoría suficiente y también la primera división interna del Gobierno PSOE-Sumar en una votación.
Por Nani Carvajal
¿Qué hacer con la prostitución? ¿Cómo acabar con la mercantilización de la mujer? ¿Es de recibo un negocio que no respeta los derechos humanos? ¿Puede llamarse democrática una sociedad que objetualiza y veja a las mujeres? El debate en torno al llamado «oficio más antiguo del mundo» sigue vivo y a todas luces difícil de resolver porque al lucro millonario que mueve hay que unirle los no menos copiosos intereses comerciales de la pornografía que se le asocia y el gran negocio de la trata a escala internacional, ese delito feroz que atrapa y esclaviza a millones de mujeres y niñas en todo el mundo.
El feminismo no puede estar ausente en esta decisiva deliberación y así se puso de manifiesto en el Congreso, «Rota en clave feminista», organizado por la Asociación de Mujeres Feministas de la localidad que preside Carmen Lanagrán Haro y que se viene celebrando desde hace tres años con el apoyo de instituciones locales, regionales y nacionales. «Prostitución: la esclavitud del siglo XXI» fue el título de la mesa de debate en la que diferentes especialistas, entre ellas la psicóloga forense, Ángeles Sepúlveda, destacaron la gran hipocresía social que reina en torno a esta opresiva y vejatoria actividad de la que se obtienen pingües beneficios y cuenta a día de hoy con una demanda muy superior a la estimada. Oficialmente, alrededor del 10-15% de los hombres en España han admitido haber pagado por sexo en algún momento de sus vidas, sin embargo la realidad eleva esta cifra al 40%.
Se estima que hay entre 25.000 y 30.000 personas en situación de prostitución en España, aunque estas cifras se pueden incrementar notablemente. La Fiscalía dice que el 92% de prostitutas son forzadas, la policía especializada (UCRIF) ‘off the record’, lo niega. La mayoría son mujeres, y muchas provienen de contextos vulnerables, tanto nacionales como internacionales. La abolición de la prostitución que se ha intentado a través de la «Proposición de Ley Orgánica para modificar a Ley 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal» genera opiniones divididas que impiden el acuerdo preciso para sacarla adelante y erradicar esta forma generalizada de violencia de género y explotación del cuerpo las mujeres.
ABOLICIONISMO/REGULACIÓN
El asunto divide a los grupos políticos y al feminismo entre abolicionistas y quienes quieren consideran la prostitución como «un trabajo más» de forma que permita a las mujeres ejercientes disponer de todos los derechos. Pero la decisión del Gobierno de presentar en el Congreso una propuesta que sólo modifica el Código Penal, sin incluir itinerarios laborales o habitacionales para las mujeres prostitutas y sin haberla consensuado con Sumar u otros socios, ha pasado factura al PSOE. El PP comparte los principios en los que sustenta la norma ahora paralizada, pero su voto fue negativo al coincidir con Podemos en calificarla de «insuficiente». Ambos partidos creen necesarias medidas preventivas y de ayuda a las víctimas. La pasada legislatura el PSOE presentó una iniciativa similar en junio de 2022 para castigar todo tipo de proxenetismo que contó con el apoyo del PP y el rechazo de la mayoría de partidos de izquierda o nacionalistas, que entendían que endurecer el Código Penal perjudicará a las trabajadoras del sexo.
En definitiva, quienes están en contra de las leyes abolicionistas suelen ser defensores de los derechos de las trabajadoras sexuales bajo el argumento de que una ley coercitiva puede llevar a la criminalización de su trabajo y a un aumento en la vulnerabilidad de quienes ejercen esta actividad. Se trata de organizaciones y activistas que abogan por la desestigmatización, la legalización y la protección de los derechos de las personas que trabajan en la industria del sexo. Entre estos grupos estarían la Red de Trabajadoras Sexuales de América Latina y el Caribe (RedTraSex), la Asociación de Trabajadoras Sexuales de España (AETSE), y muchas otras organizaciones locales e internacionales. Todas coinciden en sus objetivos de garantizar que las trabajadoras sexuales tengan acceso a servicios de salud -en muchos países como es el caso de España ya lo tienen- y protección legal y laboral. Además promueven un enfoque más «respetuoso» hacia el trabajo sexual, reconociendo la autonomía y los derechos de quienes, dicen, «eligen» esta profesión.
Desde la perspectiva abolicionista parecen estar situados los principales partidos pero sus respectivas matizaciones -que incluyen la casuística regulativa, el hasta dónde hay que llegar- y la falta de datos reales -desconocidos incluso para el Ministerio de Igualdad– generan un debate que sólo ha conseguido hasta ahora encallar las posibilidades de la proposición de Ley socialista.
Por su parte, la mayoría de las organizaciones feministas exige de forma urgente respuestas jurídicas y sociales determinantes contra la prostitución. La Plataforma Estatal de Organizaciones de Mujeres por la Abolición de la Prostitución pide que sea tenida en cuenta la «LOASP», la Ley abolicionista promovida por esta organización y elaborada por el movimiento feminista que, aseguran sus representantes, hasta ahora «ha sido ignorada por el Gobierno».
No hay medias tintas porque abolir la prostitución supone para las mujeres y la igualdad el gran salto hacia delante que el feminismo tiene pendiente a escala mundial.
Algo tan decisivo o más como han podido serlo en su momento las leyes de Igualdad, el derecho al aborto, al voto, al trabajo o a la libertad sexual conquistada en los años 60-70 del siglo pasado.
En este 3º cónclve organizado por las feministas de Rota se proclamó de forma unánime esta necesidad de abolir la prostitución. Allí se dijo que el lenocicio no es una actividad elegida libremente por la mujeres sino una forma de sometimiento generalmente violenta e inhumana, de la que se aprovechan los hombres que la practican y se lucran con los incalculables beneficios económicos generados por su organización criminal.
Cabe recordar también el importante pronunciamiento que se hizo en el Congreso Abolicionista celebrado en Madrid, a medidados de junio pasado, organizado por la PAP, en favor de la LOASP, «la primera propuesta legislativa completa (articulado, disposiciones,…) que se ha realizado en nuestra país por un movimiento social/sociedad civil, tal como ha sido reconocido por juristas y expertas en la materia.»
Castigar a proxenetas y clientes; hacer frente a toda una mafia; cerrar locales; abordar salidas laborales alternativas para las víctimas, las mujeres que se ven obligadas a ejercerla; hacer frente también a las situaciones de vulnerabilidad y pobreza que la determinan en la mayoría de los casos; proteger a las trabajadoras de la explotación sexual… son tantas las perspectivas que incluye este inmenso, opulento y delictivo tinglado mundial montado en torno a la prostitución que imaginar su eliminación del globo terráqueo nos acerca más a las discusiones del siglo XVIII, cuando se escucharon las primeras voces para acabar con la esclavitud, que a parlamentos democráticos del XXI incapaces como el nuestro de tramitar la más urgente, justa y necesaria reivindicación feminista.
Nani Carvajal es directora y editora de Mujeres del Sur.
ACLARACIÓN
En la primera versión de este reportaje hemos cometido un error involuntario al confundir en su denominación la «LOASP, Ley Orgánica Abolicionista del Sistema Prostitucional» con la conocida como «Ley Abolicionista» del PSOE que en realidad es una «Proposición de Ley Orgánica para modificar a Ley
10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal«, que se presentó en el Congreso para su tramitación el pasado mes de mayo y fue rechazada por 184 votos (PP, Sumar, ERC, Junts y PNV) frente a 122 (Psoe, Ávalos y CC) y 36 abstenciones.
Como nos aclara Charo Luque, dirigente de la Plataforma 8 de Marzo (P8M), que forma parte de de la PAP (Plataforma Estatal de Organizaciones de Mujeres por la Abolición de la Prostitución) desde su constitución en el año 2002: «La LOASP es la Ley abolicionista promovida por la PAP y elaborada por el movimiento feminista y sobre la que el gobierno no ha tenido a bien pronunciarse, o mejor dicho ha ignorado.»
Mientras que «La Proposición de Ley Orgánica es la propuesta legislativa presentada en mayo de 2024 por el PSOE, pero es la que algunas personas -la mayoría de forma interesada- denominan Ley Abolicionista, de ahí la confusión de algunas compañeras.»
«La LOASP se remitió al Presidente del Gobierno, por primera vez en marzo de 2020 y tras ello en varias ocasiones. Se han promovido en defensa de LOASP diversas acciones, las más destacadas:
-La manifestación convocada por la PAP y apoyada por más de 200 organizaciones de mujeres, y celebrada en Madrid el 28 de mayo de 2022, a la que asistieron más de 10.000 personas -según los datos de la Delegación del Gobierno en Madrid.
-El Congreso Estatal Abolicionista celebrado el pasado 15 de junio, también en Madrid, en el que asistieron 300 mujeres que era lo que permitía el aforo, aunque superamos con mucho las solicitudes de
asistencia.»
«En este congreso -añade Luque- se reivindicó la LOASP. Por el contrario, a nadie se le ocurrió mencionar la propuesta del PSOE a no ser para criticarla por no ser realmente una ley abolicionista sino únicamente una modificación normativa, que obvia un elemento fundamental de la LOASP compo son los derechos de las mujeres que son y han sido prostituidas.»
«Nos congratularía mucho que en Rota se hubiera reivindicado la LOASP, aunque por los párrafos de tu artículo en que la mencionas, no lo tenemos muy claro por la confusión que te hemos intentado aclarar».